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mATANZa De riO blanco

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Matanza de obreros huelguistas en Río Blanco

Río Blanco, Ver. Martes 8 de enero de 1907.- Ochocientas personas, entre obreros de la fábrica de hilados y tejidos y sus mujeres e hijos, son brutalmente asesinados hoy por elementos del ejército comandados por el general Rosalino Martínez, quien llegó desde Orizaba a pedimento de los dueños de la factoría que no podían controlar la sublevación de los trabajadores iniciada ayer en esta ciudad, a raíz del asesinato de una mujer que pedía maíz en la tienda de raya.

Los obreros amotinados tomaron ayer las instalaciones de la empresa textil, desoyendo el llamado del ronco silbato para entrar a sus labores, según lo ordenaba el Presidente de la República, prefiriendo lanzarse a la huelga, porque sus peticiones de mejor salario habían sido burladas.Frente a la fábrica, pintada de cal, con sus interminables hileras de ventanas por donde no salía el rumor de los telares, los obreros se aposentaron con sus esposas e hijos, dispuestos a no dejarse intimidar por las órdenes presidenciales y asesorados por sus líderes Rafael Moro y Manuel Juárez.Sin embargo, otros grupos habían preferido la violencia y desde ayer se dedicaron a incendiar la tienda de raya y algunas instalaciones de la empresa. El motín fue creciendo y hoy se ha vuelto incontenible, pues hasta las casas de muchos trabajadores sublevados habían asaltado, comercios y casas, y mientras unos escondían el botín en las cuevas cercanas a esta ciudad, otros pretendían destruir las presas y el sistema eléctrico de Orizaba.Aproximadamente como a las once de la mañana, llegaron a todo galope batallones de caballería con el general Rosalino Martínez al frente, quien de inmediato mandó fusilar al teniente Gabriel Arroyo, diciéndoles: ¡Al pueblo no se le toca!Los tres pelotones de soldados hicieron lo contrario de los rurales, pues Rosalino Martínez ordenó que se llevase a cabo una cacería en todas las calles de la población y sus alrededores de Orizaba, dando muerte no solamente a los obreros rebeldes, sino también a sus esposas e hijos. Los que pretendieron escapar en tren, se les bajó a culatazos y junto a los rieles se les ha fusilado; a los que habían huido al monte, se les persigue y asesina entre los matorrales.Se informó hoy mismo que los dueños de la fábrica de hilados de esta ciudad, llamaron por teléfono al Gobierno del Estado, solicitando la ayuda inmediata y exagerando la situación, de manera que los elementos del ejército ya venían con la consigna de disparar a los obreros y sus familias, muriendo, por lo tanto, muchos inocentes que ni siquiera han formado parte de los sublevados.Rafael Moreno, Manuel Juárez y Celerino Navarro, que eran los líderes obreros, fueron fusilados hoy por la mañana frente a las instalaciones de la fábrica, junto con un gran número de trabajadores que dócilmente habían entregado rendidos a las fuerzas del gobierno.Al caer la noche, una calma fúnebre se extendió por toda la ciudad, aún cuando se sabe que los soldados a caballo siguen persiguiendo a los sublevados por las cercanías de Orizaba. En esta ciudad sólo se escuchan los llantos de los pocos deudos de los que fueron muertos brutalmente u nadie se atreve siquiera a asomarse a las puertas de sus casas, por temor a recibir una descarga de fusil.Las instalaciones de la fábrica de hilados fueron cerradas y custodiadas por los soldados quienes tienen orden de disparar a cualquier obrero que se acerque. Se sabe, asimismo, que muchos de los trabajadores de la fábrica se encuentran escondidos en las cuevas de los alrededores o entre el espeso monte, a donde no pueden llegar los soldados.Cuando los miembros del ejército terminaron con su brutal matanza en esta ciudad, las campanas de la Iglesia doblaron sin cesar, mientras las mujeres enlutadas -viudas y huérfanos-, recorrían las calles buscando a sus muertos. Pocas horas después el general Rosalino Martínez era agasajado por los industriales dueños de la fábrica de hilados.Hoy mismo se corre el rumor de que mañana abrirán las puertas de la fábrica y todos los obreros que se salvaron de la matanza, tendrán que retornar a su trabajo, so pena de tener la misma suerte de sus compañeros victimados.